sábado, 23 de enero de 2016

El jardín de las palabras


Desde que vi 5 centímetros por segundo (2007) he seguido a Makoto Shinkai muy de cerca y casi siempre me han gustado sus obras. En el último Salón del Manga de Barcelona me compré el Blu-ray de El jardín de las palabras (2013) y las pasadas navidades llegó a mis manos su adaptación al manga.



Un estudiante de bachillerato se salta las clases de primera hora de la mañana en los días lluviosos para ir a un parque, donde se dedica a trabajar en su sueño: convertirse en artesano zapatero. Uno de esos días, en su pequeño rincón, halla a una mujer mayor que él con la que entablará amistad al repetirse sus encuentros.

La trama es sencilla y como el resto de las obras del autor tiene un fuerte componente dramático. Quien espere una trama compleja o con sorpresas no la encontrará aquí. Pero sí hallará otras características típicas del autor, como el reflejo de ciertas problemáticas de la sociedad japonesa, destacando siempre un estrecho lazo con la soledad y el aislamiento; y personajes que no saben muy bien como avanzar en ciertas direcciones vitales. Otra constante es la multitud de cosas que no se dicen y que a pesar de ello están ahí, notorias y muy palpables. Todo esto está en Kotonoha no niwa (título original).


Lo que sí resulta muy interesante de la historia es la fuerte presencia de simbolismo, como los zapatos o la lluvia, casos bastante obvios, sí, pero que otorgan un tono lírico muy bello. Del mismo modo funcionan otros pequeños detalles más visuales y sobre todo el tanka que referencia la obra directamente. Son esos elementos los que añaden algo de profundidad a la trama más sencilla, y que ayudan a que ésta no caiga demasiado en una sensiblería banal, aunque por momentos se acerque algo.

El ritmo es pausado, pero en ningún momento la obra se hace lenta ni vacía. Aunque este aspecto quizá está mejor llevado en el manga, donde la acción queda más espaciada, cabe destacar la duración de la película: 46 minutos, lo que la englobaría en el concepto mediometraje (que no sé si se usa demasiado). Lo que quiero decir es que todo espectador en algún momento ha pensado: "a esta película le sobran 30 minutos" o algo similar. En este sentido la duración es muy adecuada a la historia que narra.

Visualmente es donde la obra más destaca, el colorido y la definición de la película son increíbles. Experimentar la lluvia en el verdor imposible del jardín es simplemente magnífico. Aunque las capturas ayudan a entender lo que quiero decir, verlo en movimiento es muy diferente. El manga, a pesar de perder esa fuerza que proporciona el color, disfruta de un dibujo muy bueno que concuerda de manera excelente con la historia, de trazos finos y corte realista, y con una composición de viñetas muy variada, consigue sugerir tan eficazmente como la película. 


No puedo decir mucho más sin explicar la trama, porque no es que sucedan muchas cosas. No es una obra sobresaliente, y sólo es recomendable para aquellos a los que les guste el drama (aunque el mensaje que contiene es muy positivo) pero es más que aceptable para pasar un rato, y el apartado visual es excelente tanto en el caso del filme como en el del manga. Shinkai lo tiene difícil para superar 5 centímetros por segundo, pero su manera de explicar las cosas y ese tono tan personal están presentes en El jardín de las palabras.

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