domingo, 13 de septiembre de 2015

The Novelist - La vida familiar de un escritor


The novelist (Kent Hudson, 2013) es un juego narrativo -de escasa jugabilidad- que nos pone en la piel de un fantasma que habita una casa en la costa. A dicho lugar van a pasar el verano los Kaplan, un matrimonio joven con un hijo, y está en nuestra mano aconsejar a Dan para que consiga conciliar su trabajo con su familia. No es un juego para todo el mundo, pero quien esté dispuesto a entrar en él encontrará una historia muy interesante.

Dan Kaplan es un escritor de novelas que decide, junto a su familia, probar un cambio de aires durante el verano para superar el bloqueo que está sufriendo. Linda quiere aprovechar la estancia para retomar la pintura, ya que la dejó cuando si hijo nació, y al mismo tiempo tratar de resolver las fricciones que últimamente se estaban produciendo en su relación. Tommy, por su parte, procurará pasárselo lo mejor que pueda junto a sus padres. El juego se estructura en 9 capítulos, centrados en algún acontecimiento o en la manifestación de una nueva rutina. Cada uno de los personajes tendrá su punto de vista e ideas de cómo afrontarlo y resolverlo; siempre satisfaciendo sus aspiraciones personales.


Nuestro papel será vagar por el pequeño espacio de la casa leyendo documentos como cartas y diarios y los propios pensamientos y recuerdos de los personajes para tratar de comprender sus problemas y dilemas y solventarlos de la manera que creamos conveniente: que siempre es decantándonos por la preferencia de uno de los tres personajes. Si hemos investigado al 100% (hay un sencillo registro para ir comprobando si nos faltan cosas), una vez escogida la resolución se nos permitirá hacer un compromiso con uno de los otros dos. Todo esto se traduce en que podemos satisfacer por completo a un personaje, a medias a otro y decepcionar por completo al último.

Los compromisos son opcionales, igual que la idea de buscar un equilibrio entre los personajes; pero ambos aspectos son necesarios para alcanzar un final bueno para los tres personajes. Precisamente ésta es una de las mejores propiedades del juego, porque las mecánicas de elección y recompensa refuerzan y premian la reflexión y la empatía y rechazan el puro egoísmo. Nada te impide elegir siempre al mismo personaje, pero entonces los otros dos acabarán francamente mal. El final que yo conseguí me pareció bastante óptimo para las elecciones que había ido tomando, en general los tres terminaron bien, pero en alguno eché en falta que algún pequeño matiz podrá haber resultado mejor.


De entrada la temática te tiene que interesar y has de querer entrar en el juego de que las posibilidades que se ofrecen son las que hay. En un par de capítulos me pareció que el dilema no era para tanto y que se hubiera podido resolver de otra manera que el título no plantea, por eso lo digo. Pero a su favor sí que refleja perfectamente las dificultades de conciliar ciertas dimensiones distintas de nuestras vidas y particularmente los sacrificios que requieren profesiones como la escritura y otros oficios creativos. Y al mismo tiempo es fácil identificarse con muchos de los dilemas y aspiraciones de todos los personajes, lo que refuerza la trama y la reflexión.
  
Sí que hay un aspecto a favor de integrar a un mayor tipo de público porque el juego incorpora un modo sigilo, en el que los habitantes de la casa nos pueden ver y por lo tanto hay que ir con más cuidado al movernos, y un modo historia en el que somos completamente invisibles. Aun así, en ninguno de los dos modos la jugabilidad es particularmente notable; la estructura del juego es bastante repetitiva: moverse de un sitio a otro leyendo documentos (algunos doblados otros no), y la localización que hay a nuestra disposición es francamente pequeña, por lo que puede llegar a dar la impresión de que siempre estamos haciendo lo mismo. Sin embargo, el reclamo del juego sigue siendo su trama y la manera en cómo esta se construye.


La banda sonora es minimalista, no sobresale especialmente por sí misma, pero ayuda a conectar muy bien con el tono de la historia. En cuanto al doblaje Dan exhibe una actuación excelente, mientras que los otros dos personajes dejan algo que desear, en el caso de Tommy no es realmente un problema ya que sus intervenciones son escasas, pero en el de Linda sí es peor porque tiene más o menos la misma cantidad de texto que Dan. Visualmente es agradable, pero tampoco es nada del otro mundo, aunque hay algunos detalles como los cuadros de Linda o los dibujos de Tommy que le añaden cierto valor.

En conclusión, todo el juego es muy sencillo y eso puede echar para atrás a cierto tipo de jugadores, sin embargo, la originalidad que representa su historia en el mundo de los videojuegos es todo el aliciente que se necesita para probar este título. Además, por lo accesible que es también puede atraer a no jugadores a catarlo. Por otro lado, completarlo lleva poco más de tres horas (a un ritmo medio), por lo que se puede incluso terminar de una sentada, algo bastante recomendable. Yo sin duda recomiendo a todo el mundo con un mínimo de interés en la trama, sean o no jugadores habituales, que le den una oportunidad y se dejen atrapar  por las vicisitudes de los Kaplan.

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