viernes, 6 de diciembre de 2013

Alquimia de Alberto Rionda

Después de años de trayectoria musical en Avalanch, Alberto Rionda se desmarca para crear un nuevo sello más propio. Entre sus motivos para hacer tal cosa está la idea de volver a los inicios de su carrera musical: el Power Metal; alegando que un giro así no sería lo mejor para los caminos de Avalanch. Me pregunto entonces por qué sí se prestó a hacer Malefic Time con dicho nombre. Pero bueno, aquí sólo quiero dar mi opinión del primer álbum de Alquimia, así que allá voy. 


                                      

Mutus Liber es una muy buena intro, sobre todo porque presenta los arreglos sinfónicos que encontraremos también en otras canciones, y también porque va in crescendo hasta que empieza el siguiente tema.

El Lobo y el Arca, una canción completamente power y que al aparecer como adelanto hace un tiempo, Rionda ya nos había explicado que la letra se basa en una leyenda asturiana. Me gusta mucho la fuerza del estribillo.

La Dama Oscura se inicia con el teclado para dar paso a grandes riffs de guitarra y bastante profundidad de la batería. También se indicó hace un tiempo que la letra se basa en un escrito de Alexandre Dumas.

La Cuna del Arce vuelve a un sonido más "clásico", más melódico, y con un estribillo muy happy.

La Penitencia del Noble es una de las canciones que más me gustan del disco. Muy rápida y cañera.

Divina Providencia es más lenta, con un gran papel de la voz y los arreglos para reforzar los demás instrumentos.

Claro de Luna toma la sinfonía de Beethoven para desembocar en una balada en toda regla; muy azucarada.
Lagunas de Sal es otra de las que más me gustan. Sobre todo por la fuerza de la guitarra y los cambios de tiempo que tiene.

Aliento es muy popera y la melodía es pegadiza, pero...

La Fuente Dorada es otro tema que empieza tranquilo, casi ambiental, y va tomando fuerza.

Sacrificio es también un tema muy rápido y con mucha fuerza.

La Morada del Alquimista da la sensación de retomar todo el disco en la misma canción. Distintos tiempos, predominando una velocidad rápida y un estribillo pegadizo, trata de dejar un mensaje del concepto de la Alquimia y el grupo.

Y Cábala XIII es un corte instrumental para cerrar el álbum, que termina abruptamente pero al disco le da un acabado redondo.


Después de este repaso al disco tema a tema, quiero decir que los integrantes desempeñan su papel muy bien, instrumentalmente me gusta mucho todo el álbum, y tenía ganas de ver de qué era capaz Israel Ramos con Rionda porque aún sigo enganchado a Black Jack. Pero hay algo que me ha decepcionado mucho de este disco: las letras. 

Para empezar, los temas son típicos y manidos, llenos de clichés y tratados hasta la saciedad, lo que de por sí no sería un problema si se hiciera de forma más original. Pero es que se toman versos o ideas directamente de nuestro fondo cultural y se transponen en la canción tal cual. Es decir, ¿dónde quedan las metáforas, las imágenes,...? Los temas se exponen de manera simplista y directa, lo que no les hace mucho bien. Después de hacer un álbum llamado Muerte y Vida y componer una canción como Otra Vida, el tema del amor y la muerte no lo puedes explotar más con letras simplonas. Y los ejemplos más graves de esto son sin duda Claro de Luna y Aliento. Por poner un ejemplo concreto y no extenderme más: "Sin tu aliento no soy yo, y me falta el aire; sin tu aliento nada soy y no hay nada que me sacie".

Como seguidor de Avalanch no dudo de la fuerza que tendrán las canciones en directo, ya que siempre defendí al grupo sobre todo en ese aspecto, pero... No sé, ya se me hacía un poco cansino cantar "Alas de cristal" en su momento, ahora me cuesta imaginarme cantando: "Aliento". Aun así iré al primer concierto que haya en Barcelona, de la misma forma en que he ido a casi todos los de Avalanch desde la inclusión de Ramón Lage (descubrí al grupo en la época de Los Poetas han Muerto).

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